08 junio 2022, 10:55

Los Rolling Stones abren su gira europea en el Wanda Metropolitano

Los Rolling Stones abren su gira europea en el Wanda Metropolitano

 

El milagro sucedió. Con un estado de forma envidiable, Sus Satánicas Majestades, dieron por comenzada su gira europea con la que conmemora los 60 años de la banda. Entre los presentes, corría la duda de la forma física en la que se encontrarían las leyendas del rock; nadie veía venir el ESPECTACULO que iban a vivir. 

El concierto empezó con un recordatorio por parte del cantante, Mick Jagger al ya desaparecido Charlie Watts, batería y quien hizo que el grupo se mantuviera unido; «Le echamos mucho de menos» afirmó, y es que este fue su primer concierto en Europa sin él.

 

 

Vimos a un Mick Jagger al que el escenario se le quedaba pequeño sin dejar de cantar con garra y pasión, entregado por completo a los 45.000 asistentes que les envolvían. Pero no hubo un solo protagonista: le acompañaba el enjambre de las guitarras entrelazadas de Keith Richards y Ron Wood, esa corriente eléctrica que fluye como un embrujo y que ejecutaban una vez más hasta convertirlo en un mantra subterráneo durante cada canción.

Sonaron como lo que son, uno de los mejores grupos de rock de la historia.

 

 

Nunca en el Wanda hubo tantas lenguas Stonianas (daba igual el formato; tatuajes, camisetas, banderas, gorras…) y los Rolling ofrecieron su espectáculo de más de dos horas. las últimas entradas se vendieron minutos antes de comenzar. No necesitaron más que su presencia para ofrecer un espectáculo único.  Algunas de las canciones fueron adaptadas a su realidad, las “bajaron de revoluciones”, en alguna ocasión, bajaron las revoluciones y algunas sonaron más ralentizadas; las daba un rollo único. Fue francamente gratificante cómo sonó Tumbling en ese formato fue espectacular el punteo de Richards en Slipping Away. No obstante, tocaron su repertorio habitual, Mick Jagger demostró que no es terrenal, cantó de maravilla y bailó por una pasarela que le llevaba hasta el centro del césped con el micrófono dentro del pantalón y alzando las manos para calentar a la gente.

Si en 1990 pensaban si sería su última gira, después de lo que vimos ayer, probablemente no sea el último concierto que den en España.